Nuestra historia

Familia Ruggieri

Ferdinando Ruggieri con i figli Lucia, Marialuisa e Innocenzo

“La elegancia se aprende, el estilo no…”

En 1886 Innocenzo Lorenzo Ruggieri, nacido en Abruzzo en 1849, llegó con su familia a Cagliari, donde ejerció diversos tipos de actividades comerciales en el barrio de Marina. En su establecimiento en el Pórtico de Sant’Antonio se podía encontrar de todo: tejidos, pinturas, oro, accesorios, aguja e hilo, ovillos de lana, maletas y mucho más.

Ferdinando Ruggieri, el undécimo de sus hijos y amante del boxeo, continuó la actividad del padre con su esposa Anna Pirlo, madre y trabajadora incansable, dedicándose en particular al floreciente comercio al por menor y al por mayor de telas y tejidos en el barrio de Marina.

Ferdinando Ruggieri con la moglie Anna Pirlo
Ferdinando Ruggieri
Ferdinando Ruggieri con la nipote

Ferdinando, con la ayuda de su esposa y sus cuatro hijos Ruggero, Lucia, Marialuisa e Innocenzo, también emprendió actividades en el sector de la construcción, y en 1973 abrió las puertas del Sardegna Hotel.

Los hijos de Ferdinando, precursores en Cagliari del prêt-à-porter en los años sesenta, intensificaron con gran capacidad y pasión sus actividades comerciales, llegando a gestionar doce prestigiosos establecimientos de ropa, calzado y complementos con las mejores marcas nacionales e internacionales.

Ferdinando Ruggieri nel 1930 con la Fiat Torpedo 520

El hijo mayor de Ferdinando, Ruggero, licenciado en Economía, primero atleta y luego presidente de 1983 a 2009 del Amsicora, el club deportivo más antiguo de Cerdeña (cuyo estadio fue la sede de la conquista del Scudetto por el equipo de fútbol del Cagliari de Gigi Riva en 1969-70), asumió la dirección del hotel desde la apertura, contribuyendo significativamente al desarrollo del turismo en Cagliari.

Ferdinando Ruggieri con i figli Lucia, Marialuisa e Innocenzo
I quattro fratelli Ruggero, Lucia, Marialuisa e Innocenzo Ruggieri
Anna Pirlo con i figli Lucia, Marialuisa e Innocenzo

En 1989 Ruggero, ocupado en otros sectores empresariales, pasó el testigo a su hermano Innocenzo, también licenciado en Economía. Desde muy joven Innocenzo se había distinguido por su determinación y amor por el deporte, en particular el atletismo, y en esta disciplina conquistó el récord absoluto de Cerdeña y el título universitario italiano en la especialidad de 400 metros vallas, el título universitario italiano en el relevo 4×100, 25 títulos sardos en las distintas especialidades, incluidos dos títulos sardos absolutos de decatlón y varios en los 100, 200 y 400 metros lisos y en relevos, además de haber sido convocado para los entrenamientos conjuntos de la selección nacional.

Innocenzo Ruggieri

Innocenzo, en Cagliari para todos Lilli, dotado de una fuerte intuición para los negocios y una gran tenacidad, reformó con los años la estructura del hotel mejorando las áreas comunes y las habitaciones, con importantes inversiones y gran atención al detalle, secundado por su sobrino Gianluca y su hermana Marialuisa, propietaria de la prestigiosa boutique Seventyfive durante más de cincuenta años y esposa de Giorgio Mazza (quien fue el dueño de los cines más importantes de Cagliari), la cual con su sentido estético innato contribuye a decorar el renovado Sardegna Hotel con preciosas antigüedades, convirtiéndolo en un lujoso y moderno hotel de 4 estrellas.

Marialuisa Ruggieri con i figli Ludovico e Gianluca Mazza
Giorgio Mazza riceve nel 1961 il Premio Anziani del Cinema dal Ministro del Turismo e Spettacolo

Desde 1994 también el hijo de Marialuisa, Gianluca Mazza, amante del deporte y la naturaleza, tras haber acumulado numerosos éxitos como tenista y haberse licenciado en Economía y Comercio, gestiona las actividades familiares y el hotel, conservando su eficiencia y atmósfera familiar en un ambiente siempre refinado y altamente profesional.

Gianluca Mazza
Gianluca Mazza

El restaurante La Scala, el buque insignia del hotel, se ha consolidado a lo largo de los años y se ha distinguido, también entre la clientela de Cagliari, por la autenticidad y frescura de las mejores materias primas locales, la habilidad del chef y la cortesía del personal.

Con el mismo estilo inimitable, en 1992 los Ruggieri compraron y restauraron el Antico Caffè, el lugar histórico más ilustre de la ciudad construido en 1855 en la plaza Costituzione, al pie del Bastión de San Remy, y protegido por el Ministerio de Patrimonio Cultural, devolviéndolo a su antiguo esplendor. También hoy, como ayer, este café literario, premiado por Gambero Rosso con la máxima puntuación (3 tazas y 3 granos de café) entre los once mejores bares de Italia, forma parte de la historia y la vida de Cagliari.

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